TEMA ESPECIAL: EL ANTICRISTO (de 2 Tesalonicenses 2)

 

I.       VERDADES TEOLOGICAS Y CONTEXTUALES DE 2 TESALONICENSES 2:1-12

A.    Este pasaje es muy difícil de interpretar como lo ilustran las diferentes teorías a través de la historia de la iglesia.

B.     Antecedente Bíblico

1.      Así como el capítulo 1 de 2 Tesalonicenses trata con el tema de la Segunda Venida de Cristo y el juicio de los inconversos, el capítulo 2:1-12 trata con la venida y el juicio del anticristo. Esta es la descripción más detallada de esta persona en el N.T.  Pablo no utiliza el término de Juan “anticristo” (1 Jn. 2:18,22; 4:3; 2 Jn. 7), sino que lo llama “el hombre de pecado” en 2 Ts. 2:3 y “aquel inicuo” en 2 Ts. 2:8.

2.      El antecedente general de este pasaje se encuentra en la creencia del A.T. de una confrontación final entre el pueblo de Dios y el pueblo del maligno (ver Sal. 2; 48:4-8; Ez. 38-39; Da. 7; Zac. 14). Este conflicto se personalizó en los líderes individuales de ambos campamentos: por un lado el Mesías de Dios y por el otro, el anti mesías (ver Gn 3:15; Da. 7; Da. 9:23-27).

3.      Los pasajes relacionados en el N.T. se encuentran en Mateo 24; Marcos 13; Lucas 17; 21; 1 Tesalonicenses 4-5; 1 Juan 2; y Apocalipsis 13.

4.      Elementos de tres tiempos se encuentran en 2 Tesalonicenses 2:1-12.

a.       Eventos actuales

b.      Eventos futuros pero que preceden a la Segunda Venida

c.       Eventos futuros concernientes al Día del Señor

C.     Debe recordarse que todo lo concerniente al tema del regreso de Cristo se presenta en la Biblia como una tensión dialéctica. Por un lado, el inminente retorno del Señor es balanceado con varios eventos los cuales deben suceder primero. Una de estas verdades no elimina ni contradice a la otra. Algunos ejemplo de estos eventos preliminares mencionados anticipadamente serían:

1.      La apostasía (ver Mt. 24:1-13; 1 Ti. 4:1; 2 Ti. 3:1ss, y 2 Ts. 2:3ss)

2.      La gran tribulación (ver Mt. 24:21-22, 29-31)

3.      El evangelio predicado a todas las naciones (ver Mt. 24:24)

4.      La revelación del anticristo (ver Mt. 24; 2 Ts. 2; y Ap. 13)

5.      La salvación del número completo de judíos y gentiles (ver Ro. 11:11-36)

 

II.    RV 1960 “y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”

Existe un problema en el manuscrito griego en 2 Ts. 2:3. “Inicuo”, se encuentra en los manuscritos griegos unciales א, B y las traducciones cópticas y armenianas y en los textos griegos usados por Orígenes y Marción, de acuerdo a Tertuliano; mientras que “pecado” se encuentra en los manuscritos A, D, F, G, K, L, P y en las traducciones de la Vulgata y la Siriaca, siendo conocido por la mayoría de los Padres Primitivos de la Iglesia. El término el “inicuo” (anomias) es raro en los escritos paulinos (ver Ro. 4:7; 6:19; Tit. 2:14) y los escribas pudieron haberlo sustituido por la palabra más conocida que es “pecado” (hamartias). El vocablo “inicuo” también se utiliza en 2 Ts. 2:7-8. La UBS4 le da una calificación a “inicuo” como de “casi cierta” (B). No se habla de Satanás en 2 Ts. 2:9, sino su fiel servidor, su representante personal (una parodia de Cristo, Ap. 13:1-8). Pablo nunca usó el término “anticristo”, pero 1 Juan 2:18; 4:3 y 2 Juan 7 (escrito después de la muerte de Pablo) se relacionan con el mismo individuo. En 1 Juan, “pecado” e “inicuo” son sinónimos (ver 1 Juan 3:4). Posiblemente “hombre de pecado” de Pablo esté relacionado con la personificación judía de “aquél que es indigno” (belial) como un falso Mesías, un impío líder mundial de Satanás. El `termino puede ser usado con el sentido de:

1.      Deuteronomio 13:13, alguien que guía a otros a los falsos dioses, lejos de YHWH.

2.      1 Samuel 2:12, alguien que que no conoce a YHWH.

3.      Nahum 1:15, la personificación del mal.

4.      El Libro de los Jubileos 1:20, la personificación de espíritu.

5.      La ascensión, en Isaías 4:18.

El verbo es un SUBJUNTIVO AORISTO PASIVO. La VOZ PASIVA necesita un agente externo. Dios está en control de la historia, no Satanás. En el tiempo de Dios (2 Ts. 2:6) esta parodia de Cristo, este humano malvado, este siervo de Satanás se le permitirá manifestarse en la historia (en 2 Ts. 1:7, el término “revelar” se utiliza para la revelación de Cristo).

El MODO SUBJUNTIVO no expresa que no vaya a suceder, más bien señala la ambigüedad el tiempo futuro de la revelación (ver 2 Ts. 2:6,8). Observe las frases que describen a esta persona de los últimos tiempos:

1.      “el hombre de perdición”

2.      “el hijo de destrucción”

3.      “aquel que se opone”

4.      “aquel que se exalta a sí mismo”

5.      “se sienta en el templo de Dios como Dios”

6.      “haciéndose pasar por Dios”

Esta persona no solo se opone a Dios, ¡sino que además trata de reemplazarlo! La PREPOSICIÓN “anti” originalmente significaba “en lugar de” y después llego a significar “en contra”. Ambas connotaciones encajan es la descripción de este hombre de pecado. Él quiere el poder, el control y que le adoren.  En él es personificada la esencia de la caída, el pecado humano y la independencia de los ángeles (ver Da. 11:3,16,36). De tantas maneras esta descripción caracteriza a los reyes y a los potentados; ¡un buen ejemplo de esto es Nerón!

III. “se sienta en el templo de Dios”

Esta frase en 2 Ts. 2:4 es usada frecuentemente por quienes creen que todos los eventos escatológicos mencionados por Jesús (ver Mt. 24; Mr. 13; Lc. 17, 21) o por Juan (1 Jn. 2; Ap.) son sucesos futuros. De ser así, implica la reconstrucción del Templo judío, posiblemente como lo expresa Ezequiel 40-48 (argumento premilenial). Otros intérpretes creen que los eventos escatológicos revelados sucederían “pronto”; por tanto, deben referirse a hechos históricos del mundo mediterráneo de siglo I d.C.:

1.      Calígula instalando una estatua de sí mismo en el templo de Jerusalén.

2.      La caída de Jerusalén durante el período de Tito, en el 70 d.C.

3.      Los reinos de terror de Nerón y Domiciano con la persecución de los creyentes.

Otros consideramos dichos sucesos escatológicos relacionándolos tanto con hechos históricos del siglo I d. C. como con eventos futuros. Los profetas del A.T. con frecuencia tomaban situaciones de su día y las proyectaban hacia el futuro “Día del Señor”. En este sentido, el Nuevo Testamento tiene un mensaje particular para su propio día como para cada período sucesivo de la historia. Debemos considerar seriamente no sólo el contexto histórico del autor original, sino también el sorprendente retraso de 2 mil años de la Segunda Venida.

Este específico y personal pasaje sugiere un cumplimiento histórico e individual. Sin embargo, el texto es ambiguo. Es notable que este tipo de lenguaje (es decir, “abominación de desolación”, nombre dado por Daniel a este sacrilegio) concuerde con las invasiones seléucidas (Antíoco Epífanes IV) y romana (Tito) a Jerusalén, donde los dioses paganos fueron entronados en el área del Templo. Este personaje del fin de los tiempos también se asemeja al orgullo y a la arrogancia de los reyes de Babilonia (Isaías 14) y de Tiro (Ezequiel 28), quienes posiblemente sean los arquetipos de la apostasía satánica.

El término griego para “templo” (naos) también fue aplicado al lugar santísimo en el Templo Judío, aunque ahí no hubiese asiento. El vocablo también se utilizó para los templos paganos donde eran entronadas las deidades, lo que pudiera sugerir que el templo judío deberá ser reconstruido físicamente (ver Da. 9:24-27), siguiendo a Ezequiel 40-48, pero no necesariamente. Recuerde que el templo judío no tenía un lugar para sentarse.  Eran solo los templos griegos (por ej., el de Zeus) que tenían un trono. Si es literal en su significado, entonces esta frase no puede referirse a un lugar de adoración judío.

Crisóstomo interpretaba “un templo” como una metáfora común paulina para referirse a la iglesia (ver 1 Co. 3:16-17; 6:19; 2 Co. 6:16; Ef. 2:21).  Esta interpretación visualiza al anticristo manifestándose a sí mismo en la iglesia visible.

 

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