TEMA ESPECIAL: EL BAUTISMO

 

        I.            Bautismo en la vida judía

A.      El bautismo era un rito común entre los judíos del primer y segundo siglo de la era cristiana

1.      En preparación a la adoración en el templo (es decir, como un rito de limpieza)

2.      El auto bautismo de los prosélitos

Si alguien con trasfondo gentil deseaba convertirse en un hijo legal de Israel, tenía que cumplir tres cosas:

a.       Circuncisión, si era varón

b.       Auto-bautismo por inmersión, en la presencia de tres testigos

c.        Ofrecer un sacrificio en el templo

3.      Un acto de purificación (ver Levítico 15)

En grupos sectarios de la Palestina del primer siglo, tales como los esenios, el bautismo era aparentemente una experiencia común que se repetía.  Sin embargo, en el judaísmo oficial, el bautismo de Juan el bautista para arrepentimiento habría sido algo humillante para un hijo natural de Abraham el aceptar un ritual gentil.

B.      Algunos precedentes del AT pueden ser mencionados para el lavamiento ceremonial

1.      Como un símbolo de limpieza espiritual (ver, Is. 1:16)

2.      Como un ritual regular llevado a cabo por los sacerdotes (ver, Éx. 19:10; Levítico 16)

Debe notarse que todos los otros bautismos en el primer siglo de la cultura judía eran auto-administrados.  Solo el llamado de Juan el bautista para el bautismo lo incluía como un evaluador (ver Mt. 3:7-12) y administrador de este acto de arrepentimiento (ver Mt. 3:6).

 

      II.            Bautismo en la Iglesia

A.      Propósitos Teológicos

1.      Perdón de pecados – Hechos 2:38; 22:16

2.      Recepción del Espíritu Santo –Hechos 2:38 (Hechos 10:44-48)

3.      Unión con Cristo – Gálatas 3:26-27

4.      Para Membresía en la iglesia – 1 Corintios 12:13

5.      Como símbolo de un cambio espiritual – 1 Pedro 3:20-21

6.      Como símbolo de una muerte espiritual y resurrección – Romanos 6:1-5

B.      El bautismo era la oportunidad de la iglesia primitiva para que el cristiano pudiera hacer una profesión pública de fe (o confesión). No era (ni es) el mecanismo para la salvación, sino la ocasión de la afirmación verbal de fe (que era probablemente, “Jesús es el Señor”). Recuerde que la iglesia primitiva no tenía edificios y se reunía en hogares o con frecuencia en lugares secretos debido a la persecución.

C.      Muchos comentaristas han declarado que 1 Pedro es un sermón para predicarse durante un bautismo. Aunque esto puede ser posible, no es la única opción. Es verdad que Pedro con frecuencia usa el bautismo como un acto crucial de fe (ver Hechos 2:28,41; 10:47). Sin embargo, No era (ni es) un evento sacramental, sino un evento de fe, simbolizando la muerte, sepultura, y resurrección al identificarse el creyente con la propia experiencia de Cristo (ver Ro. 6:7-9; Col. 2:12). El acto es simbólico, no sacramental; el acto es la ocasión de la profesión y no el mecanismo de salvación.

 

   III.            El bautismo y el arrepentimiento en Hechos 2:38

Curtis Vaughan, dice que el libro de Hechos tiene un comentario de pie de nota interesante en la pág. 28 con relación a Hechos 2:38.

“La palabra griega para ‘bautizado’ es una tercera persona imperativa; la palabra para ‘arrepentirse’ es una segunda persona imperativa. Este cambio del mandato más directo de la segunda persona al menos directo de la tercera persona de ‘bautizado’ implica que la demanda primera y básica de Pedro es para arrepentimiento.”

 

Esto sigue el énfasis de la predicación de Juan el bautista (ver, Mt. 3:2) y de Jesús (ver Mt. 4:17). El arrepentimiento parece ser la clave espiritual y el bautismo es una expresión externa de este cambio espiritual.  ¡El Nuevo Testamento no habla nada de creyentes no bautizados! Para la iglesia primitiva el bautismo era la profesión pública de fe. Es la ocasión para la confesión pública de fe en Cristo, y no el mecanismo para la salvación. Es necesario recordar que el bautismo no es mencionado en el segundo sermón de Pedro, aunque el arrepentimiento sí (ver, Hechos 3:19; Lucas 24:17).  El bautismo fue un ejemplo dado por Cristo (ver, Mt. 3:13-38). El bautismo fue ordenado por Jesús (ver Mt. 28:19).  No se discute en el Nuevo Testamento la pregunta moderna acerca de la necesidad del bautismo para la salvación debido a que se esperaba que todos los creyentes se bautizaran.  ¡Sin embargo, uno se debe estar en contra de bautizarse solo para cumplir una acción sacramental mecánica! La salvación es un asunto de fe, y ¡no se trata de estar en el lugar correcto, no de decir las palabras correctas, ni de realizar el ritual correcto!

 

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