TEMA ESPECIAL:

LA LIBERTAD CRISTIANA Y LA RESPOSABILIDAD CRISTIANA (de Ro. 14:1-15:13)

Romanos 14:1-15:13 trata de equilibrar la paradoja de la libertad y la responsabilidad cristiana. La unidad literaria abarca desde Ro. 14:1-15:13.
El problema que dio origen a este capítulo fue, posiblemente, la tensión entre los gentiles y los judíos creyentes en la iglesia de Roma. Antes de la conversión, los judíos tendían a ser legalistas; y los paganos, a ser inmorales. Recuerde que este capítulo está dirigido a sinceros seguidores de Jesús. No se refiere a los creyentes carnales (para ello véase 1ra. de Corintios 3:1). El motivo más elevado se atribuye a ambos grupos. Existe peligro en los extremos por ambos lados. Esta discusión no es una licencia para el legalismo meticuloso o el libertinaje flagrante.
Los creyentes deben tener cuidado de no hacer de su teología o normas éticas la norma para todos los otros creyentes (véase 2da. de Corintios 10:12). Los creyentes deben andar en su luz que poseen, pero entiendo que su teología no es automáticamente la teología de Dios. Los creyentes son afectados por el pecado. Debemos animar, exhortar y enseñar unos a otros con base en las Escrituras, la razón y la experiencia, pero siempre en amor. ¡Cuanto más se sabe nos damos cuenta que menos sabemos (véase 1 Corintios 13:12)!

La actitud personal y los motivos personales ante Dios son las verdaderas claves para la evaluación de nuestras acciones. Los cristianos estarán delante de Cristo para ser juzgados por la forma en que se trataron entre sí (véase Hechos 15:10, 12; 2da. de Corintios 5:10).
Martín Lutero dijo: "Un hombre cristiano es el más libre de todos, porque no está sujeto a nadie; el hombre cristiano es el siervo más obediente de todos, porque sirve a todos." La verdad bíblica se presenta generalmente como una paradoja llena de tensión (vea el Tema Especial: La Paradoja en las Escrituras).
Este tema difícil, pero crucial, se desarrolla en toda la unidad literaria de Romanos 14:1-15:13 y también en 1ra. de Corintios 8:10; Colosenses 2:8-23.
Sin embargo, hay que establecer que el pluralismo entre los creyentes sinceros no algo malo. Cada creyente tiene sus puntos fuertes y debilidades. Cada uno debe caminar en su propia luz, siempre abierto al Espíritu y la Biblia para obtener más luz. En este período observamos través de un cristal oscuro (1ra. de Corintios 13:8-13), debemos caminar en amor (Hechos 15:15) y paz (Hechos 15:17, 19) para la mutua edificación.
Los títulos de “el más fuerte" y "el más débil", que Pablo da a estos grupos nos pre-juician; lo cual no era ciertamente su intención. Ambos grupos eran creyentes sinceros. ¡No debemos intentar moldear a otros cristianos bajo nuestros criterios! ¡Nos debemos aceptar unos otros en Cristo!
Todo el argumento podría resumirse así:

1. nos aceptarnos unos a otros porque Dios nos acepta en Cristo (véase Hechos 14:1, 3; 15:7)

2. no nos juzgarnos unos a otros porque Cristo es nuestro único Maestro y Juez (véase Hechos 14:3-12)

3. el amor es más importante que la libertad personal (véase Hechos 14:13-23)

4. debemos seguir el ejemplo de Cristo y ceder nuestros sus derechos para la edificación y el bien de los demás (véase Hechos 15:1-13).