TEMA ESPECIAL: LA PROFECÍA EN EL A. T.

 

I.       INTRODUCCIÓN

A.    Declaraciones introductorias:

1.      La comunidad creyente no está de acuerdo en cuanto a la manera de interpretar la profecía. Otras verdades se han establecido en cuanto a una postura ortodoxa a lo largo de los siglos, pero ésta no.

2.      Hay varias etapas bien definidas de la profecía del A.T.:

a.       Profetas premonárquicos:

(1)   personas llamadas profetas

(a)    Abraham – Gn. 20:7

(b)   Moisés – Nm. 12:6-8; Dt. 18:15; 34:10

(c)    Aarón – Éx. 7:1 (vocero de Moisés)

(d)   María – Éx. 15:20

(e)    Eldad y Medad – Nm. 11:24-30

(f)    Débora – Jue. 4:4

(g)   No se menciona – Jue. 6:7-10

(h)   Samuel – 1 Sa. 3:20

(2)   Referencias a profetas como grupo – Dt. 13:1-5; 18:20-22

(3)   Grupo o gremio profético – 1 Sa. 10:5-13; 19:20; 1 Re. 20:35, 41; 22:6,10-13; 2 Re. 2:3,7; 4:1, 38; 5:22; 6:1, etc.

(4)   El Mesías llamado profeta – Dt. 18:15-18

b.       Profetas monárquicos sin escritos (se dirigen al rey):

(1)   Gad – 1 Sa. 22:5; 2 Sa. 24:11; 1 Cr. 29:29

(2)   Natán – 2 Sa. 7:2; 12:25; 1 Re. 1:22

(3)   Ahías – 1 Re. 11:29

(4)   Jehú – 1 Re. 16:1,7,12

(5)   No se nombra – 1 Re. 18:4,13; 20:13,22

(6)   Elías – 1 Re. 18; 2 Re. 2

(7)   Micaías – 2 Re. 22

(8)   Eliseo – 2 Re. 2:9,12-13

c.       Los profetas de los escritos clásicos (se dirigen a la nación, así como al rey): Isaías-Malaquías (excepto Daniel)

B.     Términos Bíblicos:

1.      Ro’eh, “vidente” (BDB 906, KB 1157), 1 Sa. 9:9. Esta referencia en sí muestra la transición al término nabi. Ro’eh es del término general “ver”. Esta persona entendía los caminos y planes de Dios y se le consultaba para que reafirmara la voluntad de Dios en algún asunto.

2.      Hozeh, “vidente” (BDB 302, KB 3011), 2 Sa. 24:11. Es básicamente un sinónimo de Ro’eh. Proviene de un término poco común “ver”. La forma de PARTICIPIO se usa más frecuentemente para referirse a los profetas (es decir, “contemplar”).

3.      Nabi,  “profeta” (BDB 611, KB 661), cognado del verbo acadio Nabu, “llamar” y del árabe Naba’a, “anunciar”. Este es el término más común en el AT para designar a un profeta. Se usa más de 300 veces. La etimología exacta es incierta, pero al presente “llamar” parece ser la mejor opción. Posiblemente la mejor comprensión surge de la descripción de Yahvé de la relación de Moisés con el Faraón a través de Aarón (ver Éx. 4:10-16; 7:1; Dt. 5:5). Un profeta es alguien que habla de parte de Dios a Su pueblo (Am. 3:8; Jer. 1:7,17; Ez. 3:4).

4.      Los tres términos se usan con el oficio del profeta en 1 Crónicas 29:29; Samuel – Ro’eh; Natán – Nabi’ y Gad – Hozeh.

5.      La frase, ‘ish ha – ‘elohim, “hombre de Dios”, también es una designación más amplia para un vocero de parte de Dios. Se usa unas 76 veces en el A.T. en el sentido de “profeta”.

6.      El término “profeta” es de origen griego. Proviene de: (1) pro, que significa “antes” o “para” y (2) phemi, que significa “hablar”.

 

II.  DEFINICIÓN DE PROFECÍA

A.    El término “profecía” tenía un campo semántico más amplio en el hebreo que en el español. Los libros históricos desde Josué hasta Reyes (con excepción de Rut) son etiquetan los libros de historia de Josué hasta Reyes (excepto Rut) como “los profetas primeros”. Tanto a Abraham (Gn. 20:7; Sal. 105:5) como a Moisés (Dt. 18:18) se les llama profetas (también a Miriam, Éx. 15:20). Por lo tanto, ¡tenga cuidado de una definición preconcebida en español!

B.     “El profetismo podría definirse legítimamente como ese entendimiento de la historia que acepta el significado únicamente en términos de interés divino, propósito divino, participación divina”, Interpreter’s Dictionary of the Bible, vol. 3, pág. 896.

C.     “El profeta no es un filósofo ni un teólogo sistemático, sino un mediador del pacto que transmite la palabra de Dios a Su pueblo, para darle forma a su futuro al reformar su presente,” Prophets and Prophecy, Encyclopedia Judaica, vol. 13 pág. 1152.

 

III. PROPÓSITO DE LA PROFECÍA

A.    La profecía es la manera en que Dios habla a Su pueblo, dándoles guía para su situación actual y esperanza en el control que Él tiene de sus vidas y de los acontecimientos mundiales. Su mensaje básicamente era colectivo. Tenía el propósito de redargüir, de animar, de producir fe y arrepentimiento y de informar al pueblo de Dios acerca de Él y de sus planes. Los profetas exigen fidelidad al pueblo de Dios a los pactos de Dios. A esto hay que agregar que el profeta es frecuentemente usado para revelar claramente la elección de Dios de un portavoz (Dt. 13:1-3; 18:20-22). Esto, en última instancia, se refiere al Mesías.

B.     Frecuentemente, el profeta tomaba una crisis histórica o teológica de su época y la proyectaba a un escenario escatológico. Esta perspectiva de los tiempos finales de la historia es única en Israel y en su sentido de elección divina y promesas de pacto.

C.     El oficio de profeta parece equilibrar (Jer. 18:18) y usurpar el oficio del sumo sacerdote, como una manera de conocer la voluntad de Dios. El Urim y el Tumim trascienden a un mensaje verbal del vocero de Dios. El oficio de profeta también parece haber expirado en Israel después de Malaquías. No reaparece sino hasta 400 años más tarde con Juan el Bautista. Es incierto cómo el don de “profecía” del Nuevo Testamento se relaciona con el del Antiguo Testamento. Los profetas del Nuevo Testamento (Hch. 11:27-28; 13:1; 15:32; 1 Co. 12:10,28-29; 14:29,32,37; Ef. 4:11) no son divulgadores de nueva revelación o de Escrituras nuevas, sino predicadores y pronosticadores de la voluntad de Dios en situaciones del pacto.

D.    La profecía no es exclusiva ni principalmente predictiva en su naturaleza. La predicción es una manera de confirmar su oficio y su mensaje, pero hay que observar que “menos del 2% de la profecía es mesiánica. Menos del 5% describe específicamente la época del nuevo pacto. Menos del 1% tiene que ver con acontecimientos que aún están por suceder” (Fee and Stuart, How to Read the Bible For All Its Worth, pág. 166).

E.     Los profetas representan a Dios ante el pueblo, en tanto que los sacerdotes representan al pueblo ante Dios. Esta es una declaración general. Hay excepciones como Habacuc, que le hizo preguntas a Dios.

F.      Una razón por la que es difícil entender a los profetas es porque no sabemos cómo estaban estructurados sus libros. No son cronológicos. Parecen ser temáticos, pero no siempre de la manera en que uno lo esperaría. Frecuentemente no hay escenario histórico obvio, margen de tiempo, ni clara división entre los oráculos. Es difícil (1) leer estos libros de corrido; (2) bosquejarlos por tema y (3) establecer la verdad central o el propósito del autor en cada oráculo.

 

IV. CARACTERÍSTICAS DE LA PROFECÍA

A.    En el Antiguo Testamento parece haber un desarrollo del concepto de “profeta” y “profecía”. En el Israel antiguo se desarrolló una compañía de profetas, dirigida por un fuerte líder carismático como Elías o Eliseo. A veces la frase “los hijos de los profetas” se usaba para designar a este grupo (2 Re. 2). Los profetas se caracterizaban por formas de éxtasis (1 Sa. 10:10-13; 19:18-24).

B.     Sin embargo, este período pasó rápidamente a profetas individuales. Hubo aquellos profetas (tanto verdaderos como falsos) que se identificaron con el rey y vivían en el palacio (Gad, Natán). También hubo aquellos que eran independientes, a veces totalmente desconectados del status quo de la sociedad israelí (Amós).  Hay tanto profetas varones como mujeres (2 Re. 22:14).

C.     El profeta frecuentemente era un revelador del futuro, sujeto a la respuesta inmediata del hombre. Frecuentemente la tarea del profeta era el desarrollo del plan universal de Dios para Su creación, que no se ve afectado por la respuesta humana. Este plan escatológico universal es único entre los profetas del Antiguo Cercano Oriente. La predicción y la fidelidad al Pacto son los dos focos del mensaje profético (ver Fee y Stuart, pág. 150). Esto implica que los profetas principalmente tienen enfoques colectivos. Generalmente se dirigen a la nación, pero no exclusivamente.

D.    La mayor parte del material profético se presentaba de manera oral. Posteriormente se combinó con el tema, la cronología o con otros patrones de la Literatura del Cercano Oriente que para nosotros están perdidos. Pero porque era oral no es tan estructurado como la prosa escrita. Esto hace que los libros sean difíciles de leer de corrido y difíciles de entender sin un escenario histórico específico.

E.     Los profetas usan varios patrones para transmitir su mensaje.

1.      El escenario de la corte – Dios lleva a Su pueblo a juicio, frecuentemente es un caso de divorcio en el que Yahvé rechaza a su esposa (Israel) debido a su infidelidad (Os. 4; Mi. 6).

2.      El canto fúnebre – El compás especial de esta clase de mensaje y su “lamento” característico lo distingue como una forma especial (Is. 5; Hab. 2).

3.      El pronunciamiento de Bendiciones de Pacto – Se hace énfasis en la naturaleza condicional del Pacto y se explican las consecuencias para el futuro, tanto positivas como negativas (Dt. 27-28).

 

V.  PAUTAS ÚTILES PARA INTERPRETAR LA PROFECÍA

A.    Busque el propósito del profeta (editor) original observando el escenario histórico y el contexto literario de cada oráculo. Generalmente involucrará a Israel, que de alguna manera quebranta el Pacto Mosaico.

B.     Lea e intérprete todo el oráculo, no solamente una parte; bosquéjelo en lo que se refiere a contenido. Vea de qué manera se relaciona con los oráculos que lo rodean. Trate de bosquejar todo el libro.

C.     Asuma una interpretación literal del pasaje, hasta que algo del texto en sí le señale hacia un uso figurado; entonces ponga el lenguaje figurado en prosa.

D.    Analice la acción simbólica a la luz del contexto histórico y de los pasajes paralelos. Asegúrese de tener en mente que esta literatura del Antiguo Cercano Oriente no es literatura ni occidental ni moderna.

E.     Trate las predicciones con cuidado:

1.      ¿Son exclusivamente para la época del autor?

2.      ¿Se cumplieron posteriormente en la historia de Israel?

3.      ¿Son todavía acontecimientos futuros?

4.      ¿Tienen un cumplimiento contemporáneo y todavía un cumplimiento futuro?

5.      Permita que los autores de la Biblia, no los autores modernos, dirijan sus respuestas.

F.      Asuntos de cuidado especiales

1.      ¿Está la predicción condicionada por una respuesta condicional?

2.      ¿Es indiscutible a quién se dirige la profecía (y por qué)?

3.      ¿Existe la posibilidad tanto bíblica como histórica de un cumplimiento múltiple?

4.      Los autores del N.T., bajo inspiración, pudieron ver al Mesías en muchos lugares del A.T. que no son obvios para nosotros. Parecen usar tipología o juego de palabras. Ya que no somos inspirados, es mejor que les dejemos este método a ellos.

 

VI. LIBROS ÚTILES

A.     A Guide to Biblical Prophecy por Carl E. Amending y W. Ward Basque

B.     How to Read the Bible for All Its Worth por Gordon Fee y Douglas Stuart

C.     My Servants the Prophets por Edward J. Young

D.     Plowshares and Pruning Hooks: Rethinking the Language of Biblical Prophecy and Apocalyptic por D. Brent Sandy

E.      New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol.  4, pág.  1067-1078

 

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