TEMA ESPECIAL:

TÉRMINOS NEOTESTAMENTARIOS PARA EL RETORNO DE CRISTO

 

1.El énfasis escatológico del día especial de la Venida cuando los seres humanos se encontrarán con Jesús (como Salvador y Juez) se conoce por diversas designaciones en los escritos paulinos:

1.      “El día de Nuestro Señor Jesucristo” (ver 1 Corintios 1:8)

2.      “El día del Señor” (ver 1 Corintios 5:5; 1 Tesalonicenses 5:2; 2 Tesalonicenses 2:2)

3.      “El día del Señor Jesús” (ver 2 Corintios 1:14; el MS א lo tiene en 1 Corintios 5:5)

4.      “El día de Jesucristo” (ver Filipenses 1:6)

5.      “El día de Cristo” (ver Filipenses 1:10; 2:16)

6.      “Su día” (del Hijo del Hombre) (ver Lucas 17:24)

7.      “El día en que el Hijo del Hombre sea revelado” (ver Lucas 17:30)

8.      “La revelación de nuestro Señor Jesucristo” (ver 1 Corintios 1:7)

9.      “Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo” (ver 2 Tesalonicenses 1:7)

10.  “delante de nuestro Señor Jesucristo en Su Venida” (ver 1 Tesalonicenses 2:19)

 

Hay al menos cuatro maneras en que los autores neotestamentarios se refieren al retorno de Jesús:

1.      epiphaneia, relacionada con una iluminación deslumbrante que teológicamente (aunque no etimológicamente) se relaciona con “la gloria.”  En 2 Timoteo 1:10; Tito 2:11; 3:4 se refiere a la primera venida de Jesús (es decir, Su encarnación) y Su Segunda Venida. Se utiliza en 2 Tesalonicenses 2:8 e incluye los tres términos principales para la Segunda Venida (1 Timoteo 6:14; 2 Timoteo 4:1, 8; Tito 2:13).

2.      parousia, que implica presencia, y originalmente se refiere a una visita de la realeza. Es el término más usado (ver Mateo 24:3, 27; 37, 39; 1 Corintios 15:23; 1 Tesalonicenses 2:19; 3:13; 4:15; 5:23; 2 Tesalonicenses 2:1, 8; Santiago 5:7-8; 2 Pedro 1:16; 3:4, 12; 1 Juan 2:28).

3.      apokalupsis (o apocalypsis), que significa “quitar el velo con el propósito de revelar.” Es el nombre del último libro de la Biblia en el Nuevo Testamento (ver Lucas 17:30; 1 Corintios 1:7; 2 Tesalonicenses 1:7; 1 Pedro 1:7; 4:13).

4.      phaneroō, que significa traer a luz o revelar claramente o manifestar. Es el término utilizado frecuentemente en el Nuevo Testamento para muchos aspectos de la revelación divina. Este, al igual que epiphaneia, puede relacionarse con la primera venida de Cristo (ver 1 Pedro 1:20; 1 Juan 1:2; 3:5, 8; 4:9) y con Su Segunda Venida (ver Mateo 24:30; Colosenses 3:4; 1 Pedro 5:4; I Juan 2:28; 3:2).

5.      El mismo término común para “venir”, erchomai, es utilizado también ocasionalmente para el retorno de Cristo (ver Mateo 16:27-28; 23:39; 24:30; 25:31; Hechos 1:10-11; 1 Corintios 11:26; Apocalipsis 1: 7-8).

6.      También es utilizado con la frase “el día del Señor” (ver 1 Tesalonicenses 5:2), que es un título veterotestamentario (del A.T.) para el día de la bendición de Dios (resurrección) y juicio.

El Nuevo Testamento, de manera integral, está escrito desde el punto de vista general del Antiguo, que afirmaba:

a.    Una edad actual, rebelde y mala

b.   Una nueva era venidera de justicia

c.    La llegada de una era por medio del Espíritu y de la obra del Mesías (el Ungido).

 

            Es necesaria la aceptación teológica de una revelación progresiva porque los autores del Nuevo Testamento modificaron levemente la expectativa de Israel. En lugar de la venida de un Mesías militar y nacionalista (Israel), hay dos venidas: la primera fue la encarnación de la Deidad en la concepción y el nacimiento de Jesús de Nazaret, quien vino como un “siervo sufriente” (ni militar ni jurídico) de Isaías 53, además de venir montado en el lomo de un pollino (Mr. 11:4; no en un caballo de guerra ni en una mula regia), como lo predecía  Zacarías 9:9. La primera venida inauguró la nueva era Mesiánica, el reino de Dios en la tierra (vea el Tema Especial: El Reino de Dios). En cierto sentido el reino está aquí, pero evidentemente, en otro está aún lejano. Es esta tensión entre las dos venidas del Mesías y lo superpuesto (traslapado) que estuvieron ocultas o en última instancia fueron poco claras en el Antiguo Testamento (vea el Tema Especial: La Era Actual y la Era Por Venir). En realidad, la doble venida enfatiza el compromiso de YHWH de redimir a toda la humanidad (véase Génesis 3:15; 12:3; Éxodo 19:5 y en la predicación de los profetas, particularmente de Isaías y Jonás; vea el Tema Especial: El Plan Redentor Eterno de YHWH).

            La iglesia no está esperando aun el cumplimiento de las profecías del A.T. porque la mayoría de las profecías tenían que ver con la primera venida (ver, Cómo Leer la Biblia por Todo lo que Vale, págs. 165-166). Lo que los creyentes sí anticipan es la gloriosa venida del Rey de reyes y Señor de señores resucitado, el cumplimiento histórico esperado de la nueva era de justicia en la tierra como es en el cielo (ver Mt. 6:10). Las presentaciones del A.T. no eran incorrectas, sino incompletas. Cristo vendrá otra vez tal como los profetas lo predijeron, en el poder y la autoridad de YHWH (vea el Tema Especial: ¿Por qué las Promesas del Pacto del A. T. Parecen Tan Diferentes a las Promesas del Pacto del N.T.?).

            La segunda venida no es un término bíblico en sí, pero el concepto forma el punto de vista para entender la realidad en el marco del N.T.  Dios lo va a poner todo en su lugar. El compañerismo entre Dios y la humanidad hecha en Su imagen será restaurada (ver Apocalipsis 21-22).  El mal será juzgado y quitado (ver Ap. 20:11-15). ¡Los propósitos de Dios no pueden ni podrán fallar!

            La iglesia primitiva adoraba tanto en el sábado como en el primer día de la semana (es decir, el domingo, el día en que resucito Cristo). La sinagoga enfrento el creciente movimiento cristiano demandando a sus miembros que rechazaran a Jesús como el Mesías (por ej. Las Dieciocho Bendiciones). A partir de este momento (o sea, el año 70 d.C.) los cristianos se reunieron exclusivamente en los domingos.

 

 

Derechos Reservados © 2014 Bible Lessons International